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Encuentra lo divino en lo mundano


Encontrar lo divino en lo mundano es una búsqueda espiritual que implica encontrar la presencia de lo sagrado en todo y en todos, en nuestro día a día, en las cosas ordinarias que a menudo pasan desapercibidas. Es una forma de ver el mundo con una perspectiva más elevada y conectada con la esencia de la vida.


A menudo, buscamos lo divino en lugares y momentos especiales, como en los templos, las iglesias o en los momentos de meditación u oración. Sin embargo, esta búsqueda también puede extenderse a nuestra vida cotidiana.


En lugar de buscar la trascendencia solo en momentos específicos, podemos buscar lo sagrado en todo lo que nos rodea.

Puede ser tan simple como encontrar belleza en la flor que crece en la acera o ver la perfección de una gotita de agua en una hoja, el rostro de tus seres queridos o tu mascota. También puede ser encontrar la gracia en la sonrisa de un extraño que pasa por tu lado o la conexión con los demás por medio de una conversación sincera.


Encontrar lo divino en lo mundano no significa que todo lo que vemos es sagrado, sino que encontramos lo sagrado en todo lo que vemos. Es ver lo extraordinario en aquello que ante nuestros ojos se ha vuelto ordinario.

La magia está en todas partes. Encontrar la presencia divina en nuestro día a día es una forma elevada de percibir. No se trata de dioses o del Dios del que nos han hablado, se trata de ser capaz de ver tu verdadera esencia reflejada en cada palabra, cada pensamiento, cada emoción, cada situación, cada ser y cada cosa visible y no visible para tus ojos.


Al encontrar lo divino en lo mundano, sientes una conexión profunda con el mundo y contigo y le encuentras un mayor sentido, propósito y verdad (lo que es) a cada cosa que ocurre.

¿Lo paradójico? Es inefable, no lo puedes definir. Solo puedes experimentarlo porque cuando lo mencionas, lo defines o lo etiquetas deja de ser la verdad. Solo observa, siente, vive…


Han sido unas semanas de turbulencia interna para mí, aún así, siempre vale la pena experimentar el caos y la oscuridad porque solo así reconozco el orden y la luz.

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